El último informe del Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE) revela una preocupante situación social en la provincia de Córdoba. El estudio, correspondiente a abril de 2025, indica que el 58,2% de las familias no pudo acceder satisfactoriamente a la Canasta Básica Alimentaria.
La inflación mensual registrada fue del 3,4%, acumulando un 11,5% en el primer cuatrimestre y alcanzando un 49,1% interanual. El costo de la Canasta Básica Total para una familia tipo de cuatro integrantes llegó a $1.421.088, mientras que la Línea de Indigencia se situó en $771.664.
Las cifras surgen de 2.500 encuestas personales realizadas a jefas y jefes de hogares en toda la provincia. Los datos exponen una realidad crítica: en el 10,5% de los hogares hubo personas que solo comieron una vez al día o dejaron de comer todo un día.
Otras estadísticas alarmantes muestran que el 19,3% de los hogares se quedó sin alimentos en algún momento del mes, y en el 29,8% hubo integrantes que sintieron hambre pero no pudieron satisfacer esa necesidad. Casi la mitad de las familias (49,3%) debió suspender alguna ingesta diaria.
Entre quienes sí lograron acceder a la Canasta Básica Alimentaria, el 72,4% pudo hacerlo únicamente gracias a la asistencia estatal a través de la AUH o Tarjeta Alimentar.
El informe advierte que los comedores comunitarios y merenderos, principalmente gestionados por organizaciones sociales, están desbordados. La demanda de asistencia alimentaria crece constantemente mientras los recursos disponibles son cada vez más escasos.
Los especialistas señalan que el deterioro de los ingresos reales, combinado con el aumento del costo de vida, ha erosionado notablemente el poder adquisitivo, con un impacto más severo en los sectores vulnerables.