Los estudiantes de 6° año del Instituto Sagrado Corazón de Oliva se preparaban para iniciar su viaje de egresados a Bariloche. Sin embargo, la partida fue suspendida luego de que los choferes asignados al servicio dieran positivo en el test de alcoholemia.
El hecho se agravó aún más cuando los conductores enviados para reemplazarlos también presentaron alcohol en sangre, según confirmaron fuentes municipales.
Fueron los propios padres quienes solicitaron la intervención de los agentes de tránsito en la Terminal de Ómnibus, exigiendo que se realizaran los controles antes de que los jóvenes emprendieran el viaje.
Al detectarse los resultados por encima de cero, los dos primeros choferes fueron sancionados con una multa cercana a los 800 mil pesos, según informó la autoridad local Marisa Bassano.
El viaje quedó momentáneamente detenido a la espera de una nueva empresa o choferes habilitados para trasladar a los estudiantes de manera segura.