Esmeralda Toro es una niña prodigia del arte, y a sus 9 años ya ha conquistado escenarios y corazones con su talento. Desde muy pequeña, el folclore y el canto han sido su pasión, influenciada por un legado familiar que la conecta profundamente con sus raíces. A los dos años comenzó a bailar folclore y, apenas un año después, inició su formación en canto en la reconocida escuela de Valeria Lynch en Córdoba Capital, donde sigue perfeccionándose hasta hoy. Además, es una destacada patinadora federada, recientemente coronada campeona en el Torneo Zonal de patín artístico.
Pero Esmeralda no es solo una artista; ella es arte en sí misma. Lleva en su voz el legado de su abuelo, el célebre Daniel Toro, y de su padre, Facundo, dos grandes referentes del folclore argentino, quienes además han sido sus primeros maestros. En cada una de sus presentaciones, Esmeralda rinde homenaje a su abuelo, quien falleció hace un año, pero cuya presencia sigue viva en cada nota que ella canta.
En julio, Esmeralda cumplió uno de sus grandes sueños: compartir escenario con su papá en el prestigioso Teatro Libertador San Martín, en un concierto que celebró los 30 años de trayectoria de Facundo Toro. Juntos interpretaron Te quiero hasta la luna, un momento mágico que emocionó a todo el público y que pronto estará disponible en todas las plataformas.
Cuando se le pregunta qué sueño le queda por cumplir, Esmeralda responde con una sonrisa: cantar en el escenario mayor de Cosquín. Y no tenemos dudas de que, con su talento y dedicación, pronto veremos a esta joven promesa cumplir ese anhelo.
Estén atentos al lanzamiento del video del concierto en el YouTube de Facundo Toro, porque esta historia de arte y legado apenas comienza.