La pasión por nuestras raíces y tradiciones se hizo presente una vez más en la Peña de Marga, donde la destacada escuela de danzas folklóricas «Agitando Pañuelos» de Villa María brilló con su inigualable energía y talento. Bajo la dirección de Romina Bergesio, esta escuela no solo preserva, sino que también celebra la rica herencia cultural que nos define como pueblo.
En un emotivo encuentro, tuvimos la oportunidad de conversar con la profesora Florencia Cecchini, quien nos compartió detalles sobre la actualidad de la escuela y sus entusiastas alumnos. «Agitando Pañuelos» es mucho más que una escuela de danzas; es un hogar donde cerca de 100 alumnos encuentran un espacio para expresar su amor por el folklore y crecer en una comunidad unida por la misma pasión.
Florencia nos habló con orgullo y emoción sobre el compromiso y la dedicación de sus estudiantes, quienes día a día se esfuerzan por perfeccionar sus habilidades y aprender más sobre nuestras danzas tradicionales. Cada clase es una celebración de la cultura, donde se mezclan risas, esfuerzo y la satisfacción de ver el progreso constante.
Mirando hacia el futuro, «Agitando Pañuelos» tiene grandes proyectos en mente. Uno de los más emocionantes es su plan para volver a competir y defender la copa en el prestigioso festival de La Falda. Esta competencia representa una oportunidad para que los alumnos muestren todo su talento y pasión en un escenario importante, reafirmando el compromiso de la escuela con la excelencia y la difusión del folklore.
En la Peña de Marga, «Agitando Pañuelos» no solo presentó sus danzas, sino que también compartió una parte de su alma con todos los presentes. Cada paso, cada giro y cada pañuelo en el aire fue un testimonio del amor profundo por nuestras tradiciones y la fuerza de una comunidad que trabaja junta para mantener viva nuestra cultura.
Con el liderazgo de Romina Bergesio y la dedicación de profesores como Florencia Cecchini, no cabe duda de que «Agitando Pañuelos» seguirá siendo un faro de tradición y pasión, inspirando a las nuevas generaciones a continuar el legado de nuestras danzas folklóricas. ¡Que sigan agitando esos pañuelos y llenando de orgullo nuestros corazones!