Una memorable noche del Chaqueño Palavecino fue la excusa perfecta para enardecer a casi 30 mil almas que colmaron el Anfiteatro José Hernández.
El popular cantante salteño hizo vibrar a la multitud con un repertorio de 42 canciones y casi tres horas de duración. “A don Amancio”, “La sin corazón”, “Juan de la calle”, “El dedo en la llaga”, y “La ley y la trampa”, aparecieron en el ranking de los más aclamados.
La sangre jóven de Piko Frank, primero, y Agustín Fakelmann, después, fue el combustible perfecto para ir precalentando una noche efervescente que tuvo a Nicolás Membriani, el payador del festival, trayendo copla y poesía gaucha con su fogón.
Jessica Benavídez se sintió como en casa y cautivó con su dulce voz. Antes, irrumpieron los ovacionados “Cuatro de Córdoba” que, con los tradicionales clásicos folklóricos en formato de gato, zamba y chacarera pusieron de pie a la concurrencia.
El final fue de Q’ Lokura, entrada la madrugada, con los hits más bailados del momento. Previo a ello, Facundo “El Chino” Herrera y Nico Sattler habían compartido escenario con El Chaqueño Palavecino con “Amor salvaje”.
EL LATIDO DE LA NOCHE DEL VIERNES
Maira Lencina y Eugenia Colombres fueron las dos primeras personas que ingresaron al Anfiteatro en la tarde. Aguardaban desde las 11 de la mañana, durante seis horas. Vienen desde Tucumán y representan la esencia de esta noche, llena de fervor popular y una multitud que late en la celebración más grande de América.





